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las cosas de don tonino

Benedetti

Benedetti ¡Que preciosos son los poemas de Benedetti!

Mario Benedetti es un poeta uruguayo al que conocí a través de un disco con el que Serrat nos deleitó en 1.985 llamado “El sur tambien existe”. En ese trabajo se fundía la inconfundible voz de Serrat con la poesía tremendamente serena de Benedetti retratando las gentes y las costumbres de su tierra.

Los formales y el frío, se trata de una pareja que se comporta de una manera políticamente correcta y que un día, a la vuelta del teatro, irrumpe en ellos la pasión y el poeta nos narra esa transición con increíble belleza.

El poema original (Serrat lo transformó para adaptarlo a una canción) dice así:

Quién iba a prever que el amor, ese informal
se dedicara a ellos tan formales

mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa, la de ella,
era como un augurio o una fábula
su mirada, la de él, tomaba nota
de cómo eran sus ojos, los de ella,
pero sus palabras, las de él,
no se enteraban de esa dulce encuesta

como siempre o como casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche

y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia
extra seca y sin hielo por favor
cuando llegaron a su casa, la de ella,
ya el frío estaba en sus labios, los de él,
de modo que ella fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos

una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre

él probó sólo falta que me quede a dormir
y ella probó por qué no te quedas
y él no me lo digas dos veces
y ella bueno por qué no te quedas
de manera que él se quedó en principio
a besar sin usura sus pies fríos, los de ella,
después ella besó sus labios, los de él,
que a esa altura ya no estaban tan fríos
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.

3 comentarios

Reyes -

Siento ser tan ignorante,el caso es que me gusta leer, pero nunca he leido a Benedetti, pero en mis vacaciones voy a hacerlo, siempre se aprende algo nuevo .Besos y felices vacaciones.

Carlos -

Ha sido una agradable sorpresa encontrar este blog, seguiré leyendo. Benedetti es uno de los imprescindibles, y Serrat, otro tanto. Saludos.

Andrea -

Ummmm...el amor que lo ilumina todo. Besos