el perro de la calle Pablo Neruda
Siempre que paso está en la puerta de la tienda. Es un bóxer marrón, musculoso, de hocico chato y cara de aburrimiento. Tiene horario comercial, su amo le deja allí cuando abre y vuelve a casa con él cuando cierra.
Mira fijamente a todo el mundo, siguiendo sus movimientos con la vista e intentando disimular para no dar miedo por su aspecto fiero. En el fondo es muy tímido, no le gusta que le observen y rehuye el choque de miradas.
Creo que conoce a todos los vecinos de la zona. Cuando mi mujer y yo pasamos a su lado nos ignora, no somos niños para ponerse en guardia ni llevamos otro cuadrúpedo atado para olisquearle.
Me asombra su capacidad para elegir el lugar y la postura adecuada a las circunstancias climáticas, de manera que antes de llegar puedo adivinar si estará a la sombra o al sol, si en el seto o en la acera y si recostado o totalmente tumbado. Cuando no es así, sé que soy yo el que estoy equivocado.
El perro de la calle Pablo Neruda es el perro que quisiera si tuviera una tienda en la calle Pablo Neruda.
Mira fijamente a todo el mundo, siguiendo sus movimientos con la vista e intentando disimular para no dar miedo por su aspecto fiero. En el fondo es muy tímido, no le gusta que le observen y rehuye el choque de miradas.
Creo que conoce a todos los vecinos de la zona. Cuando mi mujer y yo pasamos a su lado nos ignora, no somos niños para ponerse en guardia ni llevamos otro cuadrúpedo atado para olisquearle.
Me asombra su capacidad para elegir el lugar y la postura adecuada a las circunstancias climáticas, de manera que antes de llegar puedo adivinar si estará a la sombra o al sol, si en el seto o en la acera y si recostado o totalmente tumbado. Cuando no es así, sé que soy yo el que estoy equivocado.
El perro de la calle Pablo Neruda es el perro que quisiera si tuviera una tienda en la calle Pablo Neruda.
3 comentarios
Bo Peep -
Reyes -
Andrea -