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las cosas de don tonino

el conciertazo (escrito el 06/07/05)

el conciertazo  (escrito el 06/07/05) Como siempre que canta en Aragón, comenzó con la jota que le cantaba su madre, a modo de nana, para dormirle entre sus brazos.

Por la mañana rocío,
al mediodía calor,
por la tarde los mosquitos:
no quiero ser labrador.

Pues anoche, delante del pórtico de piedra de la iglesia de Santa María de Veruela, ni mosquitos, ni rocío, ni calor. Cielo azul al comienzo y noche estrellada al final, plataneros, una mesa camilla, una copa y una botella de cava en la cubitera, un piano, Ricard Miralles, una guitarra y Serrat. Ese Joan Manuel que todos queríamos ver y escuchar, entrañable, cercano y amigo, el de vaqueros, camisa blanca, cuello abierto y chaqueta negra.

Tu nombre me sabe a hierba
de la que nace en el valle
a golpe de sol y de agua.

Con la puntualidad del músico maduro y la serenidad del poeta sencillo, Serrat fue desgranando durante dos horas esos retazos de nuestra vida, despertando nuestros sentidos y nuestros recuerdos.

Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por dondequiera que vaya.

Los pájaros, en silencio, solo osaban demostrar su alegría como un tributo al maestro para poner música de fondo a sus amenas explicaciones.

A menudo los hijos se nos parecen,
y así nos dan la primera satisfacción;
esos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.

El espíritu de Bécquer, huésped de Veruela hasta sus últimos días y el de Teté Montoliu en el escenario de su último concierto vagaban por los paseos laterales. Os aseguro que a ambos les vi aplaudir a mi lado con los ojos vidriosos y la piel de gallina.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra,
de modo que si ocurre un desconsuelo,
un apagón o una noche sin luna,
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.

Nano, amigo, gracias por haberme regalado estos momentos. Volveremos a vernos, estoy seguro, anoche lo pude comprobar, tienes cuerda para rato.

Gloria a Dios en las alturas,
recogieron las basuras
de mi calle ayer a oscuras
y hoy plagada de bombillas.

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