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las cosas de don tonino

ya estamos de vuelta

ya estamos de vuelta Se acabó el verano. Aunque en teoría no termina casi hasta octubre, cuando llega septiembre todo empieza a volver a la normalidad. Nos olvidamos ya del reggaeton ese de la gasolina con sus politonos y sonitonos y volvemos a los domingos con su liga de fútbol y su quiniela, como debe de ser. Lo siento por los currantes pero como dice el refrán: cada mochuelo a su olivo.

Este verano ha sido pródigo en desgracias.

En el ámbito internacional comenzó con los atentados de Londres y ha terminado con la catástrofe del huracán Katrina en New Orleáns, pasando por las inundaciones en Centroeuropa, los incendios que han arrasado Portugal y la muerte de inmigrantes, sobre todo niños, abrasados en pleno centro de Paris. No quisiera olvidarme, pero sin embargo apenas recuerdo, del montón de desgracias y muertes en países del tercer mundo que nos cuentan cada día en todos los telediarios sin que ni siquiera levantemos la vista de nuestro plato. Son los muertos de segunda categoría.

En España las cosas tampoco han ido demasiado bien. Los múltiples incendios se cobraron la vida de unos anónimos héroes en Guadalajara, un accidente de helicóptero nos arrebató a unos chavales que estaban trabajando muy lejos de sus casas, la violencia domestica ha golpeado con mas fuerza que de costumbre a las mujeres españolas y en estos últimos días una epidemia de Legionella en Zaragoza está abriéndose paso, poco a poco y casi sin enterarnos, en la actualidad, sin saber todavía las consecuencias que pueda llegar a tener.

Los sucesos nacionales tienen un plus añadido. Además del dolor que nos provocan por si mismos, debemos sufrir viendo como los políticos de turno se esfuerzan en arrancar votos de los cadáveres en lugar de aunar esfuerzos para evitar que los problemas vuelvan a repetirse en el futuro.

A título de ejemplo, nombraré a uno de cada bando en quienes quiero personalizar esa asquerosa manera de hacer política basada en el consumo de carroña que practican los dos principales partidos políticos españoles. Quizá sea solo una visión mía muy personal, pero mis votos son para ese hombre con aspecto de roedor al que llaman Pepe Blanco y a ese otro pichatriste con cara de ulceroso que es Eduardo Zaplana.

Lástima que este verano nuestros políticos casi no han podido hacer vacaciones, los ciudadanos lo hubiéramos agradecido.

En el plano personal, el verano comenzó muy bien, el concierto de Serrat y la magnifica velada anual de Borja en Jazz dieron paso a unos días de tranquilidad en esa ciudad en la que me siento feliz, en donde he encontrado grandísimos amigos y donde mis hijas han crecido y se han hecho mayores.

Lástima que las cosas no han acabado bien. Esa guadaña se ha cebado sin piedad en quien no debía. Un familiar cercano ha fallecido de cruel enfermedad cuando todavía hacía mucha falta como esposo y como padre. Al acompañarle a su último domicilio, caminando lentamente detrás del Mercedes negro, en esa triste procesión silenciosa, miraba al tío de mi mujer y pensaba por qué la naturaleza se salta las normas y permite que los padres despidan a sus hijos cuando la lógica manda todo lo contrario. Los creyentes dicen que lo entienden. Yo no lo entiendo.

Pero con todo, la vida tiene que seguir.

2 comentarios

antonino -

Me alegra verte de nuevo en la red, yo aún tardaré un poco más, cosas de trabajo... Menudo mes que me he pegado. Siento la pérdida familiar. Un saludo

Consumidor irritado -

Bienvenido, y espero que el valance que puedas hacer del otoño sea un poco mejor tanto en lo privado como en lo publico