las mil visitas
Ayer mi contador de visitas dejó de tener tres cifras.
Os aseguro que me gustaría poner barra libre en la portada y que cada vez que entrarais, pudieseis serviros un cafecito con pastas o un refresco con patatas fritas o un cubatilla de ron. Os prometo que, tal como avanza la ciencia cibernética, cuando sea posible, seréis de los primeros que podáis disfrutarlo.
Pero de momento tendréis que sacar los cubitos de vuestro combi y así brindar conmigo por el asuntillo este de las cuatro cifras si os parece oportuno.
En este momento de la cosa, con mil visitas por banda y viento en popa a toda vela me permito aconsejar leer a mis recomendados, son unas weblogs extraordinarias por su continente y su contenido. No os perdáis los análisis exhaustivos de Andrea Recol, la claridad de ideas de la chica de la falda roja, las magnificas fotos del genial Barón, la ácida critica televisiva de Oscar, la cuidada prosa del rebelde Antonino, la agudeza práctica del consumidor irritado y la sensibilidad de Teresa en Zaragoza en blanco.
No quisiera olvidarme hoy de mis visitantes. Varios pertenecen al círculo de amigos de mi vida real, a otros, la mayoría, los he conocido a través de internet y quedan algunos que son completamente anónimos para mí y eso le confiere a este asunto un halo de misterio que me resulta como mínimo curioso, fascinante y atractivo.
También quiero recordar a los lectores que se han fugado. Mis coleguis de la bolsa hace tiempo que me dejaron aburridos de que no haya confesado la receta para ganar todos los años mas que el Ibex. El día que la desembuche les pillaré en fuera de juego y se perderán unos miles de euros por el morro.
Y ya metidos en esta juerga quiero hacer una mención especial a mi cyberamiga Puri, la inconformista y rebelde navarrica que tanto contribuyó con sus ánimos a obligarme a entrar en este mundillo y desarrollar esta afición latente. Ya no podrá echarme más en cara que nunca se lo haya reconocido. Desde aquí mi cariño y mi recuerdo, así como a su marido y sus hijos de quienes ella se siente tan orgullosa.
No podía dejar de nombrar aquí a mi esposa Pilar que disfruta cuando me nota entretenido y feliz, a mi hija Ana, una de mis mas fieles lectoras a pesar de su escaso tiempo disponible y a mi hija pequeña, Nuria, por la ayuda que me presta con sus acertadas criticas.
Bueno, a pasar un buen fin de semana.
Os aseguro que me gustaría poner barra libre en la portada y que cada vez que entrarais, pudieseis serviros un cafecito con pastas o un refresco con patatas fritas o un cubatilla de ron. Os prometo que, tal como avanza la ciencia cibernética, cuando sea posible, seréis de los primeros que podáis disfrutarlo.
Pero de momento tendréis que sacar los cubitos de vuestro combi y así brindar conmigo por el asuntillo este de las cuatro cifras si os parece oportuno.
En este momento de la cosa, con mil visitas por banda y viento en popa a toda vela me permito aconsejar leer a mis recomendados, son unas weblogs extraordinarias por su continente y su contenido. No os perdáis los análisis exhaustivos de Andrea Recol, la claridad de ideas de la chica de la falda roja, las magnificas fotos del genial Barón, la ácida critica televisiva de Oscar, la cuidada prosa del rebelde Antonino, la agudeza práctica del consumidor irritado y la sensibilidad de Teresa en Zaragoza en blanco.
No quisiera olvidarme hoy de mis visitantes. Varios pertenecen al círculo de amigos de mi vida real, a otros, la mayoría, los he conocido a través de internet y quedan algunos que son completamente anónimos para mí y eso le confiere a este asunto un halo de misterio que me resulta como mínimo curioso, fascinante y atractivo.
También quiero recordar a los lectores que se han fugado. Mis coleguis de la bolsa hace tiempo que me dejaron aburridos de que no haya confesado la receta para ganar todos los años mas que el Ibex. El día que la desembuche les pillaré en fuera de juego y se perderán unos miles de euros por el morro.
Y ya metidos en esta juerga quiero hacer una mención especial a mi cyberamiga Puri, la inconformista y rebelde navarrica que tanto contribuyó con sus ánimos a obligarme a entrar en este mundillo y desarrollar esta afición latente. Ya no podrá echarme más en cara que nunca se lo haya reconocido. Desde aquí mi cariño y mi recuerdo, así como a su marido y sus hijos de quienes ella se siente tan orgullosa.
No podía dejar de nombrar aquí a mi esposa Pilar que disfruta cuando me nota entretenido y feliz, a mi hija Ana, una de mis mas fieles lectoras a pesar de su escaso tiempo disponible y a mi hija pequeña, Nuria, por la ayuda que me presta con sus acertadas criticas.
Bueno, a pasar un buen fin de semana.
6 comentarios
Carlos -
unamaruja -
Que sigas disfrutando del blog.
Andrea -
Consumidor irritado -
Y muchas gracias por tus amables palabras sobre mi blog.
Consuelo -
Enhorabuena por las 3 cifras.
Nicolás -
Estoy totalmente de acuerdo con el "post" anterior. El error está en todas esas teorías "pedagógicas" que en esencia lo que dicen es que cualquiera, con la metología de aprendizaje adecuada, puede llegar hasta donde quiera.
Pero hay que comprender que de algo tienen que vivir los pedagogos...
Es conocido que el que sabe, sabe, y el que no enseña. El maestro que sabe, enseña, y el maestro que no sabe, se pone a escribir sobre pedagogía, se pone a dar clases a los maestros...